ADIÓS EUROVEGAS

Hoy hemos sabido la noticia, y nos alegramos. En primer lugar, felicitar y agradecer a ese puñado de personas que desde el principio se opusieron al proyecto y realizaron una seria labor de investigación e información, de análisis y crítica fundada; que sin cansancio siguieron con movilizaciones y un sinfín de actividades para informarnos de lo que había detrás del proyecto y de sus consecuencias. No me voy a detener en lo que ellos y ellas, contra viento y marea, han ido analizando y divulgando, me remito al trabajo inmenso de la Plataforma Eurovegas no, y a felicitarles, a felicitarnos a todas, aún a sabienda que la decisión de abandonar el proyecto no es que hayan aceptado las razones expuestas por los que se oponían, sino otros motivos que me atrevería a decir se pueden expresar en euros o dolares, sus verdaderas razones. Me felicito por esa pequeña isla en Alcorcón de retamas y encinares, nostálgico recuerdo natural, que aún podemos conservar. Y no por eso quedo indiferente ante el desengaño de los que esperaban conseguir un empleo, aunque humilde, de camarero o limpiadora como mucho por un sueldo y unas condiciones laborales degradadas. Pero al fin y al cabo, trabajo. Aunque nadie creía en las cifras con las que se les llenaba la boca, pero algunos miles de empleos, en eso muchos y muchas soñaban. ¿Y ahora se acabó? No, justo lo contrario: es hora de creer en nosotras mismas, en nuestra fuerza si nos unimos, en otro modo de vivir y trabajar, en alternativas económicas y sociales reales, aunque modestas, en nuestro propio poder sin necesidad de que alguien desde fuera o desde arriba aplaster nuestrfos derechos y nuestra dignidad por unas migajas. No, amigo Sancho, no.