Controlar las emociones no significa apagarlas, significa ser dueños de ellas, ser la armonía que les da sentido a todas ellas y las conduce hacia una profunda afirmación vital, que hace confluir todos los colores en una sola luz deslumbrante, todas las notas dispersas en la más hermosa sinfonía. ¿Qué nombre le pondremos, con qué palabra la nombraremos? ¿Amor, serenidad, paz, felicidad? Y todas las palabras se callan y en silencio nos fundimos con esa pulsión del Universo.
imagen. maricruzpe.blogspot.com