lunes, 25 de enero de 2021

Preguntas y respuestas para tiempos de crisis.

 En tiempo de crisis, de impotencia y desesperación, de miedo y rabia, vuelvo a repetirme las palabras que Victor E. Frankl escribió después de experimentar una de las situaciones más atroces que podemos imaginar, prisionero en  cuatro campos de concentración, incluyendo Auschwitz.


Foto: Mateo Quiros

“Tenemos que aprender por nosotros mismos y, después, enseñar a los desesperados que en realidad no importa que no esperemos nada de la vida, sino si la vida espera algo de nosotros. Tenemos que dejar de hacernos preguntas sobre el significado de la vida y, en vez de ello, pensar en nosotros como en seres a quienes la vida les inquiriera continua e incesantemente.  Nuestra contestación tiene que estar hecha no de palabras ni tampoco de meditación, sino de una conducta y una actuación rectas. En última instancia, vivir significa asumir la responsabilidad de encontrar la respuesta correcta a los problemas que ello plantea y cumplir las tareas que la vida asigna a cada persona" 

Victor E. Frankl, El hombre en busca de sentido.

Es tiempo para la madurez: yo soy responsable de mi vida y de la vida de los demás. Papá y mamá no van al volante, soy yo. Existen los políticos, tienen que existir, pero en realidad no son los protagonistas de la historia. Los protagonistas somos la gente, la que se levanta cada mañana para hacer posible la vida.

Es tiempo de esperanza, pero no la esperanza como un pensamiento o un sentimiento, sino como una acción que puede cambiar el futuro. No es tiempo de pensar y decir "todo va a ir bien", es tiempo de hacer cada una lo que está en nuestra mano para que sea así: cuidándonos para no saturar a los que nos cuidan, cuidando a los que viven con nosotros, alegrando y embelleciendo nuestro hogar, nuestro barrio, haciendo nuestro trabajo, ayudando a los que trabajan para nosotras, a las pequeñas empresas y comercios de nuestro barrio para que la vida siga, estudiando, informándonos, aprendiendo, compartiendo.

Es tiempo de quedarse en casa, pero de salir de nosotras mismas, de sentirse parte de un proyecto común, el proyecto de la vida. Cada una podrá aportar algo valioso, hagámoslo. No te sientes a llorar, levántate, únete a tu equipo, grande o pequeño, piensa en lo que el mañana espera de nosotras, y hazlo.

Y no te olvide de disfrutar de los que la vida te ofrece, pequeños placeres que se esconden en cada rincón del día.


sábado, 16 de enero de 2021

Recuperar la libertad.

 

Tardamos demasiado tiempo en abrazarnos a nosotras mismas, es un tiempo perdido, sin cimientos. Porque la raíz está en conocerse a una misma y en amarse. De ahí nace el auténtico amor a los demás.

 No te culpes ni te condenes, es lo que me digo ahora. No te castigues. Conócete y corrige tus errores, esfuérzate en mejorar cada día, y acepta las limitaciones de tu naturaleza. Cada día tus ojos verán menos, tus oídos escucharán peor, tus piernas no te sostendrán mucho trecho.



Mejorar es ser capaz de ser feliz con menos vista, menos oído, menos fuerza en tus piernas, con un cuerpo marchito, con menos memoria y menos agilidad mental: ser libre y feliz, amar lo que somos, lo que fuimos y en lo que nos vamos convirtiendo, pero sin buscar la apreciación de los demás, ni premios externos como la riqueza, el poder y la gloria.  Buscar la armonía y el acoplamiento con la imagen de Dios grabada en nosotras.  Dios, escapa a cualquier concepto, idea, o imagen. Porque nos excede. Es la Existencia, es el Amor.  Son balbuceos de un recién nacido. Son anhelos de conocimiento. Solo intento escapar de tantas trampas que vamos encontrando en el camino, como Ulises de vuelta a Ítaca. Escapar del canto de las sirenas. Hoy sus cantos son atronadores, invaden hasta el último rincón de nuestras vidas. Nos pasamos el tiempo buscando jueces que nos aprueben, que nos den like, que nos valoren con 5 estrellas, que nos voten, que nos aplaudan, que nos hagan ganadores. Transformamos a los otros en jueces, público, votantes, o competidores. Hemos perdido el rumbo, hemos perdido la libertad. Y la relación saludable con los otros.

Los otros son nuestros semejantes, nuestros prójimos, participes con nosotras de una misma luz, de una misma existencia, de un mismo amor.

Tenemos que recuperar la libertad y el amor a nosotras mismas para amar del mismo modo a los demás.

 

 

Ser parte de la Utopía

Deseo agradecer a todas las personas que compartieron conmigo un momento muy especial, la presentación de mi breve ensayo "Punto de e...