En momentos de conflicto, puedes encontrarte en uno u otro lado de la contienda. Como enfermo, o como profesional de la Sanidad. Porque la otra variante, la de muchos políticos que dirimen el problema desde su despacho, con las manos limpias y sin un cuerpo sufriente, es el punto de vista del ciego o del que vive de espalda a la realidad de sus conciudadanos, alejado y aislado de sus quehaceres y padecimientos.
Acudo a urgencias, antes de que abran el ambulatorio."ESTAMOS ENCERRADOS" "HOSPITAL EN HUELGA" dicen las pancartas. Se encienden las luces y la veo pasar con su bata blanca y su expresión cansada. Es una mujer joven, una doctora eficiente y cercana, conoce el nombre de sus pacientes. Cubre los servicios mínimos. Me atiende con amabilidad, está destrozada, dividida entre su entrega a sus pacientes y su compromiso por defender la Sanidad Pública.
Pronto acabará esta huelga- comenta el político de turno- Porque se basa en una mentira. Y sonrie prepotente y tranquilo ( ¿estará hueco, será como un espantapájaro de paja sin corazón ni cerebro?) Porque ella, mi doctora, no sonríe, lucha y trabaja, porque es una profesional de la sanidad, un ser humano
empático y responsable.
Por mi doctora, las enfermeras y enfermeros, celadores y celadoras, por todas las batas blancas debajo de las que se adivinan seres humanos. Gracias.
Imagen:soloimágenesde.com
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