Hago una pausa durante un tiempo, para internarme en ese camino en búsqueda de respuestas.
"...somos
conscientes de nuestra profunda ignorancia, y de nuestra inmensa necesidad de
encontrar un sentido al dolor y a la muerte que nos ayude a vencer el miedo, la
rabia y la desesperación. Creamos metáforas, sueños, palabras, mitos, y la rabia
y la desesperación se abren cauces hacia la acción compasiva por los que
sufren, se sobrepasan los límites de lo individual, del ego, se cobra
conciencia de que somos infinitos diversos y al mismo tiempo Uno. Desde nuestra
opción mental, desde lo que creemos, nace la motivación para actuar en
consecuencia. Creemos y creamos.
De algún modo
sentí que el infinito círculo del amor atraía hacia su núcleo la vida de
Daniel; que toda nuestra efímera existencia se transformaba en un impulso vital
hacia ese punto de encuentro, la casa común, hacia ese abrazo con todo, que se
traduce en acciones llenas de comprensión y compasión por todo lo que existe.
No se trata de
una certeza, se trata de un acto decidido de voluntad, una opción positiva, aun
en medio de la oscuridad. Elijo ser feliz, aceptando vivir en armonía con lo
que descubro en mi conciencia: consciente finalmente de mi profunda ignorancia,
decido dejarme arrastrar por ese impulso vital que me empuja y levanta a través
de la oscuridad hacia el punto de encuentro, más allá de los mitos y los
sueños". (Punto de encuentro, más allá de los mitos, epílogo. Editorial Manuscritos)