Permitidme despertar de esta pesadilla absurda para hacer realidad un sueño: un hermoso templo, cuya bóveda esta cuajada de estrellas y el suelo resplandece como el sol, un templo donde los hombres de todos los credos alzan sus corazones agradecidos al único Dios, y lo alaban en todas las lenguas con canciones y ritos de todo el planeta; un templo donde todos se sienten hermanos por que Uno es el Padre de todos, y de su oración se alimentan para construir todos juntos un mundo más justo. Un templo sin puertas ni muros, donde nadie se siente excluido.
Y mientras sueño que un día la sensatez se imponga a la locura, me esfuerzo en construir en mi interior ese otro templo donde la Bondad y la Compasión puedan morar y donde todos aquellos que llamen a la puerta se sientan acogidos.
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