Os ofrezco alguna página más de mi novela, con mi agradecimiento a Queimada Ediciones, que creyó en ella, y a la librería alternativa Traficantes de Sueños de Madrid que le ha ofrecido un espacio entre sus libros.
Miel de acacias
Dolores Vendrell Guerrero
"...Mi tío Ramón
nos esperaba en el pequeño aeropuerto del Aaiun. Mi madre lo reconoció
enseguida, por su amplia sonrisa y sus ojos risueños, me explicó más
tarde, a pesar de su tez oscura y la
blanca chilaba con la que iba vestido, lo que hizo que se quedara boquiabierta
y plantada al pie del avión como si no diera crédito a lo que estaban viendo
sus ojos. “Virgen Santa- recuerdo que exclamó - este hermano mío se ha vuelto
moro”.
Suerte, fue el
comentario de mi tío cuando mi madre le mencionó a su difunta esposa. Tengo que
decir que hasta yo misma me escandalicé al oírlo, y que de nada le valió todos
sus esfuerzos por hacernos comprender el significado de sus palabras. Terminó
encogiéndose de hombros mientras acomodaba nuestras maletas en el jeep para
conducirnos a su casa donde nos ofreció té con hierba buena y pastelillos de
miel y almendras. Y durante todo el tiempo no dejó de sonreír con aquella
placidez que acabó seduciéndome..."
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