Navidad es proximidad: nace Jesús, el Emmanuel, Dios con nosotros. Descubrir la Navidad es descubrir esta proximidad y lo que ello implica. Es el tesoro escondido, la perla perfecta por la que lo vendemos todo por adquirirla. Descubrirlo desde lo hondo, desde lo más auténtico de nosotros mismos, donde no cabe disfraz ni engaño, descubrir esta proximidad que nos impele a aproximarnos a los otros con el mismo amor con el que nos sentimos amados, descubrir que todo lo demás sólo tiene valor si se enraíza en esta realidad que se nos manifiesta. Para muchos esto no es más que un sueño, una alienación, una locura, algo irreal, un mito, y encienden luces de colorines, el aire se llena de ruidos, levantan decorados de oropel, pero por la mañana todo se apaga y nos deja sedientos, y nos preguntamos si no es todo esto lo que es en el fondo irreal.
Navidad es el nacimiento de Jesús. Llamadlo cómo queráis: Dios, Amor, Energía, Fuerza Positiva. Yo lo llamo Emmanuel, y le pido la fuerza y la luz para que seamos cada segundo de nuestras vidas proximidad.
¡Feliz Navidad!
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