Lo que está sucediendo a nuestro alrededor no puede dejarnos indiferentes. La poesía me ayuda a plantarle cara. Comparto mis versos en tiempo de pandemia, por no desesperar, por no rendirme. Con la furia de la esperanza contra toda evidencia.
Tierras asoladas,
Pueblos devastados,
Donde ayer columpiaban sus hojas las ramas,
Cenizas amargas.
Odio espeso que oculta la luna,
Me abrasa la piel.
Alzo la mirada a la luna negra
Y le grito con ojos arrasados de lágrimas,
que más fuerte es el Bien.
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