“Todos los vecinos de “Côte pavée” eran, por decirlo de algún modo, muy raros”. Leo estas declaraciones en el ABC, viernes 21 de marzo.[1] Son las palabras de una joven española, que con una beca Erasmus fue vecina del asesino de Toulouse en el curso 2009-2010.
Yo también visité un gueto musulmán al norte de Francia. Fue hace años, cuando aún ejercía como profesora de francés en un Instituto Público de Enseñanza Media en Madrid. Teníamos un proyecto de intercambio de alumnos de Formación Profesional con alumnos de un Instituto de Nantes. En primer lugar, las estudiantes francesas debían venir a España para realizar sus prácticas. Una de ellas era musulmana, y la encargada del proyecto me escribió contándome las reservas y temores de la familia. Le respondí tranquilizándola y ofreciéndome a ayudar a la joven estudiante durante su estancia en Madrid. Siempre recordaré a aquella joven. Se llamaba Latifa. Le di la información que me pedía: la hora de la salida del sol para que pudiera hacer sus oraciones, los ingredientes de las diversas comidas para que pudiese observar los preceptos de su religión respecto a los alimentos, y cuando por un accidente doméstico sufrió quemaduras en el pie, junto con mis colegas profesores, nos ocupamos de llevarla al médico y de facilitarle el regreso a su casa.
Más tarde acompañé al grupo de nuestras estudiantes que realizarían sus prácticas en Nantes. Latifa y su familia nos estaban esperando para invitarnos a su casa. Nos recogerían por la noche, a mí y al otro profesor que me acompañaba. No tengo palabras para contar hasta que punto aquellas personas nos mostraron su gratitud y su hospitalidad. Nos abrieron las puertas de su hogar, y de su corazón.
Los guetos tienen muros, tienen puertas. Pero las puertas tienen llave. La llave de todos los guetos está en nuestro interior. Es la mirada respetuosa sin prejuicios, sin soberbia, incluso amablemente curiosa y deseosa de conocer lo diferente. Es la mano abierta y tendida. Es el alma de par en par.
Imagen:www.expedientecopernicus.blogspot.com
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