
Tendremos que comenzar por desmontar la mentalidad que nos han imbuido: la competitividad salvaje por tener más que los demás, aun a costa de la degradación de la naturaleza y de la miseria de tantos seres humanos; la irresponsabilidad, la pereza, la picaresca y el fraude cada vez más generalizado.
En este marco, las ideas y las acciones de Muhammad Yunus, y de muchos otros en todo el mundo, son un brote de esperanza.
“El problema no es la falta de recursos, es el fracaso de nuestro sistema económico para hacerlos accesibles a las personas que más los necesitan. La empresa social puede hacerlos asequibles.
Todo el mundo tiene un fuerte impulso de generosidad, un deseo de ayudar a los demás, que es tan poderoso como el deseo del lucro personal. Pero el capitalismo tradicional no se ha preocupado nunca de este fuerte impulso de los seres humanos. A consecuencia de ello, la economía mundial ha seguido creciendo de una manera desequilibrada, y el desequilibrio se hace peor cuando crece…El marco actual, que imagina una economía dirigida por seres humanos unidimensionales, da un poder enorme e incentiva a los ricos para que acumulen riqueza sin límite. Ese marco sólo ofrece una medida del éxito: la cantidad de dinero que se posee. En un mundo de personas multidimensionales, todo cambia. En ese marco, el éxito se medirá principalmente por la contribución que haga cada uno al bienestar del mundo”
Las empresas sociales, Muhammad Yunus
imagen:airugonnni.blogspot.com
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