AlcorEss estuvo allí, en la inauguración de ecoworking, un lugar sostenible donde trabajar. Y tuvimos la impresión de un viaje al futuro: a nuestro propio futuro.
Para entenderlo mejor, empezaremos por el final: las palabras de un mentor sobre lo que ecoworking significaba:
Esperanza: cómo la necesidad y la crisis nos empuja a superarnos, y encontramos una salida gracias a la colaboración y a la superación de la codicia; en el nuevo modelo no se aspira a beneficios descomunales sino a subsistir dignamente, la competitividad es remplazada por la colaboración; resilencia, esa magnífica combinación de resistencia y flexibilidad. Palabras todas que AlcorEss ha incorporado a su ADN desde su concepción, según el modelo de la Economía del Bien Común.
Incluimos el folleto informativo sobre este nuevo espacio, pero de algún modo queremos compartir nuestra impresión de que esa era nuestra meta, dos realidades en osmosis:
- la de las empresas ya constituidas, comprometidas con el bien común, sostenibles económicamente y prestándose mutuo apoyo (coworking)
- la de los proyectos, ideas, susceptibles de nacer como nuevas empresas sociales y sostenibles, apoyadas por las primeras, por socios, por mentores (incubadora)
Ambas realidades conviviendo en un espacio luminoso y verde.
Y nos dijimos que nos estaba permitido soñar y luchar por nuestros sueños, porque otras muchas personas los habían soñado ya, los habían compartido y los habían hecho realidad.
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