Es la asignatura más importante, la que no se suele aprender en las escuelas y por la que en general no mostramos demasiado interés. Hasta que llega el momento de apearnos y entonces nos damos cuenta de que apenas hemos vivido.
No hay mayor tesoro que la sabiduría, la de los grandes hombres cuyos ejemplos y palabras nos conducen a descubrir en nosotras mismas la fuente del conocimiento. Y así, a veces, al amanecer, conseguimos enunciar en unas pocas palabras, lo que de ellos aprendimos. Que en la vida podemos encontrar situaciones de alegría o de dolor, y que de ambas podemos salir transformadas en mejor o peor personas, depende de nuestra propia opción. Que los trabajos y quehaceres, la vida misma, puede ser una ligera carga cuando los hacemos desde el corazón, o pueden tornarse en un pesado fardo por el miedo al fracaso o el ansia de éxito cuando se nutren de una motivación egoísta.
Que andamos despistadas, en mil afanes, y una sola cosa es importante: vivir, realmente vivir.
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Ser parte de la Utopía
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“Se habla mucho del derecho a la vida pero no se habla del deber de vivirla:
ResponderEliminarTenemos el deber de vivir la vida”. (Jose Luís Sampedro).
Me gustan los sitios como este, enhorabuena.
Este es mi pequeño mundo, por si te apetece entrar algún día :) :
http://solesenlosdedos.blogspot.com.es/
gracias, Isa, siempre es un placer comunicar, compartir...uno de los mayores placeres
EliminarUn abrazo