lunes, 29 de febrero de 2016

Quien desde una posición de poder elige la crueldad ¿es una criatura superior?

No he soportado incluir la imagen en esta entrada, no fui capaz de ver hasta el final el vídeo cuyo enlace comparto. No se me ha ocurrido otra imagen que la negrura
El maltrato animal, transformando a esas criaturas inocentes e indefensas en puros objetos, es un paso en una cadena hacia la degradación de la naturaleza humana. La línea que lo separa de la misma conducta respecto a otros seres humanos es muy frágil. basta con considerarlos como meros objetos, objetos de consumo,de producción, de placer. Lo hemos visto demasiadas veces, lo estamos viendo a cada instante. No voy a enumerar estos casos, basta cerrar los ojos y hundirse en la negrura.




The Unbelievable Life of Baby Chicks.

Ante tanta crueldad, y tanto sufrimiento de todas las criaturas provocado por los abusos del que se cree dueño absoluto de los otros seres, cabe pregutarse ¿dónde está Dios? La respuesta desgarradora late en medio de la misma negrura: no existe Dios, no está.
Y sin embargo, he decidido creer: está en nuestras lágrimas compartidas, en nuestra compasión, en nuestro compromiso.

viernes, 26 de febrero de 2016

Con las amarguras viejas.

Termino con las últimas líneas de mi novela, el final de la travesía por el desierto de una madre que ha perdido lo que más amaba. 


"La vida sigue, y siempre hay preguntas sin responder. Y palabras que alivian, como un bálsamo. Vienen con el aire, con los aromas de la tarde, son las palabras que nos rondan, o las que oímos a otros. Recuerdo ahora los versos de Machado:
 Con las amarguras viejas blanca cera y dulce miel, soñó que en su corazón fabricaban las abejas.
 Miel de acacias".

(Miel de Acacias, Editorial Queimada, página 103.)
Disponible en librerías, en la librería Traficantes de sueños
C/ Duque de Alba, 13
28012 Madrid
Tf. 915320928
Metro Tirso de Molina
http://www.traficantes.net/

Disponible en Amazon

domingo, 21 de febrero de 2016

"Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera" — Pablo Neruda

"Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera" — Pablo Neruda
El verso del poeta, y las violetas que vuelven a apuntar en los jardines entre el césped, por más que aren la tierra o las heladas cubran la hierba, me hacen recordar lo que ecribí la última primavera...

Sentirás que han florecido las violetas
Si camino deprisa no las veo, pero si aspiro hondo descubro en el aroma que han florecido las violetas.
Salvajes, libres, simientes arrastradas por el viento que ni sembró ni regó nadie.
Me regalan el malva y el violeta entre los verdes de tréboles y ortigas, y el aroma, imperceptible si voy deprisa por la vida y apenas soy capaz de respirar despacio, lentamente.
Son don tendido a mis pies solo un instante.

jueves, 18 de febrero de 2016

¿Qué sentirías si un día descubrieses que tu hija ha sido captada por un grupo terrorista?

¿Qué sentirías si un día descubrieses que tu hija ha sido captada por un grupo terrorista y te llegase el mensaje de su amigo contándote su transformación en uno de ellos?

Una semana más os ofrezco una página de mi novela Miel de acacias. Un viaje por el desierto, una búsqueda del sentido del dolor.
Si queréis apoyar a pequeñas editoriales que apuestan por este tipo de literatura como Queimada o a librerías alternativas, espacios abiertos como Traficantes de sueños, buscad esta pequeña obra en sus estantes.

"...por la puerta entreabierta, vi a Laura sentada en un taburete y Ainoha de pie detrás de ella. Al principio no me di cuenta de lo que estaban haciendo, hasta que vi algunos mechones esparcidos por el suelo, unos largos mechones rubios, los que yo recordaba dorados sobre la arena húmedos de mar. Ahora estaban allí sobre las baldosas desgastadas. Está mejor así ¿no te parece? dijo Ainoha volviéndose. Laura me miraba con sus ojos tristes, ojos grises, antes habían sido azules e intentaban sonreír. Ainoha había cogido su barbilla y le había hecho girar la cara hacia mí. No fui capaz de decir nada, me encogí de hombros y les volví la espalda. Entonces comprendí lo que le estaba haciendo a Laura. Y una vez más fui un cobarde..."
(Miel de Acacias, Editorial Queimada, página 103.)
Disponible en librerías, en la librería Traficantes de sueños
C/ Duque de Alba, 13
28012 Madrid
Tf. 915320928
Metro Tirso de Molina
http://www.traficantes.net/


Disponible en Amazon

La guerra, el olvido y la memoria.


La guerra deja la tierra colectiva sembrada de minas. El olvido es el peor remedio, cubrir de arena o ramajes esas semillas destructivas es un error: tarde o temprano pisamos el nido de la serpiente y saltamos por los aires.
Nada se cura sin el recuerdo de las heridas. Cada persona, cada colectividad, necesita la catarsis de la memoria y el recuerdo de lo ocurrido, la historia. La memoria de nuestra historia nos hace conocernos y nos ayuda a prever y construir el futuro.

Pero la memoria puede hacernos una mala jugada: la memoria selectiva o parcial no nos curará sino que será otra cara del olvido. La memoria nos curará cuando aceptemos recordar y reconstruir toda la historia, sus claros y sus sombras. Escuchar a todas las personas, entenderlas, comprender la ira que nace del dolor, sentir que nadie es inocentes y que de una vez por todas no queremos estar del lado de los verdugos sino de las víctimas, de tantas personas inocentes. Difícil tarea.

En las actuaciones que se llevan a cabo por la Ley de Memoria Histórica existe el peligro de promover una memoria selectiva o parcial. Sería un error y la paz verdadera perdería una ocasión de afianzarse. El terreno seguiría minado.

Imagen: ViviendoSanos.com
common imaágenes

lunes, 15 de febrero de 2016

El pacifismo: coraje, compromiso y resistencia.

Muchas veces se confunde el pacifismo con ingenuidad y debilidad. Sin embargo, ser coherente con el pacifismo exige  mucho compromiso, mucho coraje, mucha resistencia, paciencia y visión de futuro.

El pacifismo nada tiene que ver con una actitud conformista o indiferente, porque la paz no se consigue sin justicia y libertad, y construir una sociedad justa y libre requiere mucho compromiso. El auténtico pacifista no es el que grita "no a la guerra" y luego se queda sentado en su cómodo sillón. El auténtico pacifista se compromete en la medida de sus posibilidades en toda acción que contribuya a la justicia y la libertad. No recurrir a métodos violentos no significa falta de compromiso. Se necesita coraje y resistencia, porque hay otras alternativas mucho más fáciles que se le presentarán continuamente: por un lado, el recurrir a la violencia, por otro el rendirse por no obtener logros inmediatos, o el evadirse hacia posiciones más confortables.
La violencia es una respuesta que nos nace de dentro cuando nos sentimos agredidos en cualquier sentido y que puede producir un inmediato resultado, pero este resultado estará contaminado de raíz y tarde o temprano generará nueva violencia, injusticia y opresión. La lucha pacífica es mucho más dura y no se ve recompensada con resultados inmediatos: se siembra sabiendo que no seremos nosotras quienes cosecharemos los frutos. Se necesita mucha paciencia, la paciencia a veces de toda una vida y una gran resistencia y coherencia. Se necesita ser capaz de prever la consecuencia de nuestras acciones más allá de lo inmediato. De cada cabeza cortada hoy, brotarán miles de cabezas vengadoras mañana: la historia no ha cesado de repetirnos la lección.


sábado, 13 de febrero de 2016

Anatomía de títeres y jueces.

Empiezo mi reflexión por la actuación judicial ante el espectáculo de títeres en un barrio de Madrid en los carnavales de 2016: detención de los dos titiriteros y prisión por apología del terrorismo durante 5 días, posterior puesta en libertad previa confiscación de los títeres pero con cargos, retirada del pasaporte y otras medidas preventivas. Las reacciones no se han hecho esperar: críticas y manifestaciones por la libertad de expresión, más allá incluso de nuestras fronteras. Amnistía Internacional interviene reclamando la libertad sin cargo de los dos detenidos.
Muchas personas hemos expresado nuestro pasmo y rechazo ante una actuación a todas luces desproporcionada, abusiva, infundada (la supuesta pancarta era un folio que como falsa prueba se le hacía portar a un títere), actuación que contrasta de modo alarmante con el tratamiento judicial dado a otros muchos malhechores. Temor, rechazo y vergüenza son los sentimientos que provocan este comportamiento torpe y abusivo y la defensa del mismo por parte de partidos y prensa de la derecha española.
Pero hay otro elemento de esta tragicomedia que me gustaría analizar con más detenimiento: la obra “La bruja y Don Cristobal, a cada cerdo le llega su San Martín”
No es la apología del terrorismo con la pancarta con la que se pretende incriminar a la bruja lo que me inquieta,  sino el pensamiento que subyace a toda la obra y que se expresa en el mismo título: “a cada cerdo le llega su San Martín”
Los mismos artistas lo han explicado: “Destruir el patriarcado, la autoridad, la propiedad privada, es destruir los pilares del sistema y el sistema no permite que quede impune” Todo está dicho, las palabras guardan y expresan sentimientos y pensamientos:
Cerdo: referido a los que representan a una casta (los propietarios, los católicos, los jueces, la policía)
Les llega: implica una advertencia, una amenaza.
Su San Martín: la matanza.
El significado de las palabras queda escenificado en la acción de la obra: acuchillamiento y muerte del propietario, violación de la bruja que mata a la monja, ahorcamiento del juez. La acción de la bruja queda justificada como defensa propia.
Los mismos artistas lo explican.
¿Qué pensamientos, que sentimientos subyacen en esta obra? En primer lugar hay un sentimiento de revancha: los títeres desde abajo se rebelan contra los de arriba, contra la casta dominante. Es en defensa propia, es la rebelión de los oprimidos.
Y lo hacen con violencia: matan, acuchillan, ahorcan, como con violencia actúan los terroristas ya sean de ETA o ALQUAEDA por unos motivos que ellos consideran justos.
Ante esto, no puedo menos que expresar lo que pienso y lo que siento: rechazo.
No me cansaré de repetir las palabras del sabio, “No hay camino para la Paz, la Paz es el camino” “Ojo por ojo, y el mundo quedará ciego” (Gandhi). La violencia no está justificada, solo genera espiral interminable de violencia, e innumerables daños colaterales: los inocentes. Los inocentes de todos los bandos, tanta gente buena: también entre propietarios, creyentes, policías y jueces. No hay nada más injusto que generalizar.
Por otro lado, me entristece ver cómo se pone en peligro logros extraordinarios, como el gobierno del Ayuntamiento de Madrid con Manuela Carmena como Alcaldesa y magníficos Concejales y Concejalas que están trabajando con seriedad y compromiso por la ciudad, con especial interés por las personas más desfavorecidas. La complejidad del sistema político, social y económico es enorme; desmontar un sistema injusto en muchos aspectos no es tarea fácil, exige lucidez, mesura y valor. Es desmontar una bomba que nos puede estallar en las manos y llevar al traste toda la lucha de tantas y tantas personas de buena voluntad.




lunes, 8 de febrero de 2016

Manuela Carmena comparece en rueda de prensa.



Admirable la sensibilidad, la sensatez y la responsabilidad de Manuela Carmena. Necesitamos políticos de esta altura humana y profesional. Gracias Manuela.

https://www.youtube.com/watch?v=3GsnMjGpX2I

En nombre de la risa, por favor seamos serios: esto no es política.

No me cansaré de repetir que la risa es una de los mejores rasgos del ser humano. Reír, con los amigos y las amigas, reír y desdramatizar lo que supone vivir, reírse de una misma si es preciso. Pero jamás reírse de los otros, de sus debilidades, defectos o sufrimiento.
Nos han educado para la crueldad, han castrado nuestros sentimientos positivos y nos han hecho creer que la bondad, la empatía, el diálogo y la fuerza de la razón son debilidades, cuando es lo mejor de nuestra esencia.
Pienso en las lacras de nuestra sociedad: la falta de respeto a la vida, no me voy a extender, solo revivo las imágenes del pueblo sirio. O las víctimas también inocentes, no lo olvidemos, del terrorismo de cualquier signo. O la pena de muerte que se mantiene en tantos países todavía. Pienso en el machismo que nos corrompe y humilla, maltrata y asesina a tantas mujeres. En todas las violencias, en todos los abusos que se cometen. Y me indigna cualquier mofa que se haga sobre ello. No me vale ninguna excusa.
Pienso en otra gran lacra de nuestra sociedad. El acoso escolar. Del sufrimiento de esos niñas y niños no son responsables únicamente de los matones o graciosos de turno, también los que callan y los que les ríen las gracias.
Hago estas reflexiones a raíz de lo ocurrido en los Carnavales de Madrid con un espectáculo de Títeres. El espectáculo no me hace ninguna gracia, lo considero una ofensa para muchas personas, y de ningún modo debería hacerse delante de niños. No me vale que hasta en los cuentos tradicionales se exalte la crueldad, o que los niños están acostumbrados a contemplar cosas semejantes en la televisión o en la realidad.
Las personas en las que hemos depositado nuestra confianza para que velen por el bien común de la ciudad deberían expresar claramente su repulsa a este espectáculo.
Por otro lado, la reacción de la Justicia me deja igualmente conmocionada, sencillamente porque me espanta que la Justicia no sea justa. Y la desproporción con la que ha actuado lo demuestra. Hay violadores y pedófilos en libertad, personas que no solo hacen apología del terrorismo sino que son responsables de muertes de muchos inocentes: los que negocian con tráfico de armas y se lucran de ello, los que dejan morir de hambre a los que huyen de las guerras y la miseria; y mujeres que siguen siendo violadas, maltratadas y asesinadas sin que se tomen las medidas necesarias. El ruido orquestado por el Partido Popular es inadmisible.
Ante todo esto siento tristeza y temor. Esto no es política, esto no es serio.
Y no quiero que me roben la risa.



domingo, 7 de febrero de 2016

De títeres, torpezas y desproporciones.


La paz se construye, o se socava, a veces con simples gestos o acciones aparentemente insignificantes, y en esto las formas son el fondo.
6 de febrero de 2016: revuelo y escándalo en los carnavales de Madrid. El Ayuntamiento programa un espectáculo infantil a cargo de unos titiriteros. En ese espectáculo, aparece una pancarta: Gora Alka ETA, un juez se ahorca, se viola y mata a una monja y se apalea a un policía.
Las reacciones no se hacen esperar: arresto de los dos titiriteros, peticiones de dimisiones de los responsables políticos, indignación de parte de la ciudadanía que se siente ofendida, y frente a esto, protestas y manifestaciones en favor de la libertad de expresión y por la liberta de los titiriteros.
¿Cómo se pueden clasificar estos hechos? Encuentro cuatro palabras: torpeza, desproporción, irresponsabilidad e inmadurez.
Torpeza de unos y otros. Desproporción, de unos y otros. Irresponsabilidad e inmadurez   del que no mide las consecuencias de sus actos.
Torpeza, porque no se puede avasallar los sentimientos de los demás. Y los avasallan los que desde la sátira y la mofa hacen chistes de la violencia. Matar, violar, apalear ¿hay alguna excusa válida para hacer de ello un espectáculo callejero? No. Torpeza, desproporción humorística, irresponsabilidad e inmadurez son las palabras que pueden calificar este hecho.
Torpeza también y desproporción en el arresto de los titiriteros y en su condena a prisión provisional comunicada e incondicional, con amenaza de un castigo de dos a 7 años de cárcel. Torpeza también avasallando la libertad de expresión.
En lenguaje sencillo, de la gente del pueblo, se puede resumir en tres palabras: os habéis pasado.
Y termino como empecé: la convivencia pacífica se construye desde las más sencillas y cotidianas acciones, con mesura, respeto, responsabilidad y madurez. Y esto no es obstáculo para el humor y la fiesta por un lado, ni para hacer respetar los derechos fundamentales. Un poco de sensatez no vendría mal, a no ser que lo que realmente se busque es montar bronca.


sábado, 6 de febrero de 2016

No somos zombis, somos yayoflautas

¿Podemos vivir varias vidas? La respuesta es clara y fuerte: sí.
Las que hemos recorrido un buen trecho de camino, con la mochila llena de recuerdos del pasado, podemos mirar hacia la línea del horizonte, esa línea viva que baila al ritmo de nuestra ilusión y nuestras ganas de seguir caminando. Mujeres. niñas, madres, trabajadoras, profesionales, comprometidas, y ahora ya abuelas. Con los ojos abiertos al futuro rodeados de los surcos del pasado, con toda la fuerza de la ternura y tantas lecciones aprendidas de los caminos. Abuelas del siglo XXI, que cogen el testigo de las que fueron y se empeñan en mantener vivo el fuego para las que vendrán. Porque las que fueron siguen vivas en nuestra sangre, como nosotras seguiremos vivas cuando ya descansemos en el regazo de la tierra.
Y hoy, abuelas del siglo XXI, somos privilegiadas de poder caminar de la mano de las más jóvenes, hombro con hombro, escuchando, compartiendo, aprendiendo. Escuchando la música de la vida, el aliento que sopla y atraviesa las flautas, hoy orgullosas de declararnos las yayoflautas.


De la mano de nuestros compañeros, iguales entre pares. Hombres sin complejos.

Imagen: pickthebrain.com

viernes, 5 de febrero de 2016

Fue una constante presencia, como las dunas lejanas.

Como cada semana, os ofrezco una página de mi novela Miel de acacias. Un viaje por el desierto, una búsqueda del sentido del dolor.
Si queréis apoyar a pequeñas editoriales que apuestan por este tipo de literatura como Queimada o a librerías alternativas, espacios abiertos como Traficantes de sueños, buscad esta pequeña obra en sus estantes.

"-¿Quién es?- le había preguntado a nuestro guía al segundo día de nuestra llegada.
-Es el nieto de nuestro cadí, del anciano- me respondió.
 No dijo nada más, no se explayó en mil explicaciones como solía hacerlo cada vez  que Pablo o yo le preguntábamos sobre la más insignificante cuestión: el nombre de los arbustos que se extendían a nuestro paso, de los diminutos brotes que surgían de la arena, de las lagartijas que se asomaban entre los guijarros, o las aves que surcaban el cielo abrasador; el por qué de la polvareda que se divisaba en la línea del horizonte anunciando el paso de las gacelas, o del perfil de las dunas  que avanzaban a lo lejos arrastrándose sin tregua sobre el manto rocoso  empujadas por el viento. El nieto de nuestro cadí, fue la única explicación que nos dio sobre aquel muchacho, y su concisión no hizo sino aumentar mi curiosidad.


Desde aquel primer crepúsculo hasta la madrugada en que lo vi partir, él fue una constante presencia, como las dunas lejanas, o el sol en lo alto, o el refrescante rocío que parecían destilar las estrellas. Me despertaba cada madrugada, me desasía del abrazo de Pablo y me deslizaba hasta la puerta de nuestra tienda, y allí permanecía acurrucada con los ojos hinchados por el sueño oteando el perfil de las otras tiendas hasta distinguir la figura del anciano y de su nieto y oír el susurro de sus letanías. Alá el Misericordioso, Alá el Clemente. Cerraba los ojos y me acunaba balanceando mi cuerpo, y repetía el nombre de mi hija, Laura, Laura, una y otra vez. Alguna vez Pablo se había levantado y había rozado mi hombro, pero nunca interrumpió aquel rito del amanecer. Esperaba, hasta que yo volvía a recostarme junto a él y a hundir mi cara húmeda en su pecho".
(Miel de Acacias, Editorial Queimada, página 61.)
Disponible en librerías, en la librería Traficantes de sueños
C/ Duque de Alba, 13
28012 Madrid
Tf. 915320928
Metro Tirso de Molina
http://www.traficantes.net/

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Ser parte de la Utopía

Deseo agradecer a todas las personas que compartieron conmigo un momento muy especial, la presentación de mi breve ensayo "Punto de e...