Universos paralelos, partículas en el origen, luz y oscuridad. En las noches de verano el cielo se nos aparece en todo su esplendor, y nos invita a soñar, a perdernos, a desaparecer.
El pensamiento, el sentimiento y el lenguaje se refugian en la poesía para entender la existencia, nuestras existencias, y me las imagino como una cadena de universos de felicidad. Existencia, Conocimiento, Felicidad plena: es un todo para el hinduismo. La felicidad está en el núcleo, y cada uno de nosotros lo somos para el ínfimo universo que se nos ha asignado. Ese pequeño universo doméstico que gira en torno nuestro y en nosotros se apoya buscando luz y calor, desde el anciano perdido en la bruma o el niño lleno de risas, o la compañera enferma, o el amigo, o el vecino, o aquellos con los que trabajamos o para los que trabajamos. Pequeño, insignificante universo, pero que encierra toda la grandeza de todos los universos: la Luz y la Felicidad que está más allá de todo y en todo. Pequeños soles de pequeños universos entrelazados, sólo nos toca hacernos trasparentes, limpios de corazón, para que pueda fluir la Felicidad. Y entonces, podremos decir que existimos.
imagen:sebaplab.blogspot.comalcorverde.blogspot.com
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