"Una de las cosas más hermosas que he contemplado es la mirada de un soñador que hace realidad un sueño cargado de bondad y esperanza. Hay en ella la ilusión de un niño, el coraje de un guerrero, el sosiego de un sabio. Y sobre todo, la luz y la fuerza de la inteligencia bondadosa.
Tengo muy reciente la imagen de Vicente Ferrer que ha dado la vuelta al mundo a su muerte, ocurrida el 19 de junio de 2009 en Anantapur, India. Se ha hablado de él, y de su obra en todos los medios de comunicación, y estoy convencida de que son hombres como él los que podrán ayudar a la Humanidad a encontrar su camino. Hombres llenos de una inmensa bondad, y una inquebrantable fuerza, hombres universales que no entienden de castas ni de ningún otro motivo para excluir o hacer diferencias entre los seres humanos. Luchadores, valientes, trabajadores, hombres de acción: él afirmó que no se trataba de entender o explicar la pobreza, sino de remediarla. Pero, al mismo tiempo, Vicente Ferrer poseía una enorme fe en la Providencia, esa fe que nos hace confiar en la Bondad que está por encima de todas las cosas, en el Bien que triunfa a pesar de todo. No en vano Vicente Ferrer recibió una formación cristiana, con las peculiaridades de la Compañía de Jesús, cuyo fundador, Ignacio de Loyola, invitaba a trabajar como si todo dependiera de nosotros, y después a confiar como si todo dependiera de Dios.
Pero el caso de Vicente Ferrer no es ni mucho menos el único, ni se trata de un comportamiento exclusivo de creyentes cristianos. Afortunadamente, la tierra está habitada por innumerables hombres de buena voluntad. Recientemente vi un documental sobre un proyecto comunitario de preparación de abono en Bangladehs. La expresión del ingeniero que explicaba el proyecto era la que he descrito arriba. Se trataba de un proyecto aparentemente sencillo, casi insignificante, de reutilización de las basuras domésticas para su transformación en abonos de uso agrícola. Así nació en 1995 Waste Concern (preocupación por los desechos). Se establecieron pequeñas empresas que recogían los desechos por las casas de los barrios humildes en camionetas rickshaw; las casas pagaban 20 o 35 centavos por mes, pero de este modo mejoraron enormemente sus condiciones higiénicas librándose de la acumulación de basuras que anteriormente se producían a sus puertas. Los desechos se transportaban a fábricas, donde se preparaba el abono y posteriormente se comercializaba a un precio inferior al de los abonos químicos, contribuyendo a la mejora de la tierra y al desarrollo de la agricultura. Los beneficios de esta sencilla idea han sido numerosos: creación de un gran número de puestos de trabajo entre las personas más pobres, muchas de ellas mujeres, y a menudo personas rescatadas de la delincuencia; fomento de la autonomía de las comunidades, pues Waste Concern establece comités, cuyos miembros son principalmente mujeres, y después de proporcionarles apoyo técnico y capacitación, entrega el proyecto a la comunidad; y, por supuesto, mejora de las condiciones medioambientales, disminuyendo la contaminación del agua y el suelo por los desechos orgánicos y las emisiones de gas metano.
El proyecto tuvo tanto éxito que en 1998 el gobierno seleccionó Waste Concern para ampliarlo a otras comunidades, y fue apoyado por el Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas. Hoy en día se ha transformado en un modelo para varios gobiernos municipales y ONGs.
Iftekhar Enayetullah es el co-fundador y director de Waste Concer."
LA OPCIÓN POSITIVA
Imagen. elblogalternativo.com
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