Ayer murió nuestra compañera, Isabel Gómez.
Hoy nos hemos reunido en el salón del Instituto ALDECOA, en Alcorcón, para
dedicarle un sencillo y emotivo homenaje.
Isabel fue mi compañera, una profesora
ejemplar, una profesional de una pieza, una persona de una humanidad
impresionante. Valiente, luchadora contra el cáncer durante años, siempre a pie
de aula, siempre a pie de pizarra o en su querida biblioteca, esa casa de los
libros que a tantos jóvenes hizo amar.
Gente como Isabel son los auténticos
motores del cambio, los auténticos pilares que mantienen la sociedad en pie.
Gracias, Isabel, mi amiga que nunca
olvidaré.
Hoy hemos oído en tu honor la canción de
Labordeta, aragonés como tú. Y no he podido evitar emocionarme. Ojalá esos
sentimientos que te movían nos muevan a todas.
Habrá
un día
En que
todos
Al
levantar la vista
Veremos
una tierra
Que
ponga libertad!
Hermano, aquí mi mano
Será
tuya mi frente
Y tu
gesto de siempre
Caerá
sin levantar
Huracanes
de miedo
Ante
la libertad!
Haremos
el camino
En un
mismo trazado
Uniendo
nuestros hombros
Para
así levantar
A
aquellos que cayeron
Gritando
libertad!
Sonarán
las campanas
Desde
los campanarios
Y los
campos desiertos
Volverán
a granar
Unas
espigas altas
Dispuestas
para el pan!
Para
un pan que en los siglos
Nunca
fue repartido
Entre
todos aquellos
Que
hicieron lo posible
Por
empujar la historia
Hacia
la libertad
También
será posible
Que
esa hermosa mañana
Ni tú,
ni yo, ni el otro
La
lleguemos a ver
Pero
habrá que empujarla
Para
que pueda ser!
Que
sea como un viento
Que
arranque los matojos
Surgiendo
la verdad,
Y
limpie los caminos
De
siglos de destrozos
Contra
la libertad!
Habrá
un día
En que
todos
Al
levantar la vista,
Veremos
una tierra
Que
ponga libertad!
Habrá un día
En que todos
Al levantar la vista
Veremos una tierra
Que ponga libertad!
Hermano, aquí mi mano
Será tuya mi frente
Y tu gesto de siempre
Caerá sin levantar
Huracanes de miedo
Ante la libertad!
Haremos el camino
En un mismo trazado
Uniendo nuestros hombros
Para así levantar
A aquellos que cayeron
Gritando libertad!
Sonarán las campanas
Desde los campanarios
Y los campos desiertos
Volverán a granar
Unas espigas altas
Dispuestas para el pan!
Para un pan que en los siglos
Nunca fue repartido
Entre todos aquellos
Que hicieron lo posible
Por empujar la historia
Hacia la libertad
También será posible
Que esa hermosa mañana
Ni tú, ni yo, ni el otro
La lleguemos a ver
Pero habrá que empujarla
Para que pueda ser!
Que sea como un viento
Que arranque los matojos
Surgiendo la verdad,
Y limpie los caminos
De siglos de destrozos
Contra la libertad!
Habrá un día
En que todos
Al levantar la vista,
Veremos una tierra
Que ponga libertad!