La temporalidad del ejercicio
representativo de la política debería ir unido a su transparencia, su
horizontalidad, el trabajo en equipo y la participación. Si se trabaja con la
ciudadanía y para la ciudadanía, no tiene sentido el secretismo, ni la jerarquía
que otorga el poder de decisión al líder. Se trata de trabajar en equipo,
permitiendo la participación (organizada, por supuesto) de todas las personas
que lo deseen. Equipos coordinados, horizontales, donde el liderazgo sea la
capacidad de abrir caminos a todas las personas que lo componen y poner en valor
sus capacidades sin imponerles el propio valor. La participación de la
ciudadanía requerirá de un largo proceso de pedagogía democrática, pues supone
compromiso social para buscar y ejecutar soluciones a los problemas comunes. Y
sobre todo, habrá que facilitar a la ciudadanía que puedan realizar sus tareas y
seguir con sus vidas del modo más digno posible, pues es principalmente de ese
modo como se contribuye al bien general de la sociedad.
Imagen: tbc2economia_bien_comun
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